¿Qué son los fitoesteroles?
Los fitoesteroles son un compuesto de origen vegetal, que tiene una estructura similar al colesterol animal y que cuentan con beneficios para el organismo. Son metabolitos de origen secundario en las plantas.
Se han encontrado más de 40 tipos de esteroles de origen vegetal. Nuestro cuerpo no puede producir este tipo de moléculas por sí mismo, por eso es importante obtenerlas de la alimentación.
¿Cuáles son sus funciones?
Ayudan a regular el colesterol.
Se ha demostrado que el principal beneficio de los fitoesteroles es que contribuyen a disminuir los niveles de colesterol LDL. Bloquea su absorción en el intestino y contribuye a su eliminación posterior.
Contribuyen a lograr el equilibrio de los lípidos que se encuentran en la sangre. Son un aliado para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Propiedades antiinflamatorias.
Gracias a esta propiedad, los fitoesteroles cuentan con la capacidad de inhibir procesos inflamatorios. Es un aliado para tratar enfermedades como la artritis.
Regulación de la glucosa en sangre.
Algunos estudios afirman que los fitoesteroles tienen la capacidad de ayudar a regular los niveles de glucosa en sangre y el control de la insulina.
Propiedades anticancerígenas.
Se cree que estos compuestos de origen vegetal, pueden ayudar a la prevención de la aparición de tumores.
¿Dónde se encuentran?
Como hemos mencionado en el primer apartado, son un compuesto de origen vegetal. Por lo tanto, para obtenerlos, es fundamental seguir una dieta variada y equilibrada, rica en productos de origen vegetal.
Aquí tienes un listado de aquellos alimentos en los que puedes encontrarlos:
- Aceite de girasol
- Aceite de soja
- Nueces
- Semillas de cereales y pseudocereales
- Sésamo
- Legumbres
- Frutas y verduras como: pepino, plátano, granada, cebolla, naranjas, berenjenas pomelos…
¿Tiene efectos secundarios?
No. Si se ingieren las cantidades adecuadas de forma natural mediante la alimentación, es prácticamente imposible que haya un exceso. Si se obtienen mediante suplementación, sí que podría darse lugar a una cantidad mayor de la recomendada.
Una cantidad excesiva puede empeorar la absorción a nivel intestinal de los micronutrientes (vitaminas y minerales).