Cada vez son más las personas concienciadas acerca de los malos hábitos alimenticios que dominan nuestro día a día. El sector de la nutrición está creciendo a pasos agigantados, y sus consejos llegan a todos los hogares, pero no hay que olvidar que mantener una dieta basada en comida sana es una tarea bastante compleja.
Uno de los ejemplos más claros para demostrar esta dificultad tiene que ver con las salsas, uno de los condimentos por excelencia. Se trata de un elemento con una presencia casi total en las comidas, ya sean recetas dulces (siropes) o saladas (salsas). Por ello, cuesta imaginar su eliminación completa, ¿verdad? Sin embargo, los ingredientes que contienen las salsas envasadas convencionales están repletos de azúcares añadidos, grasas saturadas y calorías.
La gran mayoría de las dietas aconsejan no utilizar este tipo de productos, o hacerlos de forma casera, algo para lo que es necesario un tiempo libre considerable. Teniendo en cuenta el ritmo de vida al que suelen estar sometidas la mayoría de las personas, dedicar parte del día a elaborar una salsa parece imposible, pero –por suerte- hay una solución mucho más sencilla: las salsas bajas en calorías de Servivita.
El problema de los azúcares añadidos
Ya se han mencionado los principales inconvenientes que hacen que este tipo de productos sean uno de los principales enemigos a la hora de mantener una alimentación saludable. Por una parte, la presencia de los azúcares añadidos es bastante más alta de lo que cualquiera se puede pensar sin mirar la etiqueta, sobre todo cuando se trata de salsas para platos salados.
No es difícil imaginar que un sirope de caramelo va a contener una concentración alta de azúcar, pero sorprende mucho comprobar que algunas marcas de kétchup, por utilizar la variedad más común y conocida, rozan los 25 gramos de azúcar por cada 100 gramos de producto. Es decir, una salsa de tomate, plenamente concebida para acompañar carnes, puede estar compuesta por azúcares hasta en una cuarta parte de su total. Obviamente, aportando un nivel de glucosa al organismo que puede derivar en problemas a largo plazo.
Tampoco hay que ignorar la presencia de aditivos como conservantes, colorantes o saborizanes, que son clave a la hora de conseguir que el producto tenga una durabilidad mucho más larga de la que tendría de forma natural.
Complemento calórico excesivo
Las calorías son el otro gran problema que conlleva el consumo habitual de salsas envasadas convencionales. Además, no se trata solo de que suponga un aporte más alto de lo recomendado, sino que este exceso puede pasar desapercibido con una facilidad peligrosa.
Las salsas convencionales añaden una cantidad de calorías excesiva a cualquier plato
La explicación es bastante sencilla, y está directamente relacionada con la utilización que le damos a este tipo de condimentos. Cuando piensas en mostaza, mayonesa o cualquier otra variedad, nunca aparecen en solitario, porque son complementos que acompañan al plato principal: hamburguesa, patatas fritas, ensalada, etc. Por ello, sus propiedades nutricionales quedan olvidadas de la misma manera, y se sustituyen por las que tenga el alimento en cuestión.
Así, puede dar la sensación de que un filete de pollo es igual con mayonesa que sin ella, y la preferencia suele ser acompañarlo con ese extra de sabor. El resultado de esta mala costumbre es la transformación de casi cualquier receta en una bomba calórica, con el agravante de que no estás siendo consciente de ello.
Servivita: salsas bajas en calorías, grasas y azúcares
Gracias al crecimiento de la industria de la nutrición deportiva y saludable, estamos siendo testigos de la aparición de infinidad de productos alimenticios que, sin perder las cualidades que más nos gustan, eliminan de su composición los elementos nocivos. En este caso en concreto, la solución tiene nombre propio: Servivita.
Las salsas bajas en calorías de Servivita contienen un 0% de grasas y azúcares
La empresa está exclusivamente dedicada a la producción de salsas bajas en calorías, centrando todos sus recursos en un catálogo que ofrece alternativas para todos los paladares. Según ellos, sus productos se dirigen hacia “cualquier persona a quien le guste comer saludable, como atletas que necesitan cuidar su dieta”. Es decir, tienen la clara intención de acercar condimentos como el sirope de chocolate o la mostaza al mundo de las dietas basadas en alimentos sanos.
Cabe destacar, con todo el énfasis posible, que sus salsas bajas en calorías contienen un rotundo 0% de grasas y azúcares. Por si fuera poco, el aporte calórico máximo que se puede encontrar en sus productos es de un mísero 0.1%.
Con estos datos es imposible que te resistas a visitar su lista de artículos disponibles, pero te vamos haciendo un adelanto: la variedad existente va desde auténticos clásicos como el kétchup y el sirope de chocolate, hasta innovaciones como la salsa de miel-mostaza o el sirope de mango.