El fitness se ha convertido ya en una de las disciplinas deportivas más practicadas en nuestro país, así que todos y todas nos hemos planteado en algún momento los pros y los contras de empezar a ir al gimnasio. Por poco que te atraiga la idea, seguro que has vivido momentos en los que amigos o familiares te lo recomiendan: “al principio cuesta, pero luego engancha” es una de las frases más repetidas.
Cuando has analizado si te merece la pena probar, es posible que uno de los factores que más ha pesado a la hora de responder negativamente sea la presencia de la imagen mental de la típica persona de gimnasio, excesivamente musculada para tu gusto. Hoy, desde NutriMarket, vamos a dejar claro que eso no es más que un estereotipo. Se puede ir al gimnasio con regularidad sin que exista el ‘peligro’ —para muchas personas no lo es— de desarrollar una musculatura muy voluminosa. Todo depende de cómo se enfoquen los entrenamientos.
La dificultad de lograr hipertrofia muscular
Lo que comúnmente se conoce como personas “musculosas”, “cuadradas” o “mazadas” son aquellos deportistas que se han decantado por un estilo de vida enfocado en la hipertrofia muscular. Decimos estilo de vida porque va mucho más allá de lo que se haga dentro del gimnasio. La hipertrofia es un proceso complejo en el que deben converger hábitos como la alimentación o el descanso, además de la práctica deportiva específica.
De esta forma, puedes empezar a imaginar que es tremendamente improbable que logres una hipertrofia visible sin querer. Sin embargo, vamos a intentar explicar con más detalle los tipos de entrenamiento que debes evitar, para que quede suficientemente claro.
Los procesos hipertróficos necesitan un trabajo de levantamiento de peso muy intenso. De hecho, el lastre debe tener una carga que ascienda hasta el 80% de la Repetición Máxima (RM); es decir, un 80% del peso máximo que una persona puede levantar haciendo solo una repetición. Si tu tope es de 100Kg, para hipertrofiar deberías entrenar con pesas de 80Kg, una cantidad muy elevada que, de forma normal, no utilizarías.
Además, los entrenamientos deben ser muy exigentes y con una regularidad muy definida y cumplida al milímetro.
Alternativas fitness para todos los gustos
Habrá quien no entienda cómo es posible que existan personas que quieren evitar la hipertrofia. Realmente estamos hablando de una de las metas más perseguidas en el mundo del fitness. No obstante, es normal que el aspecto que otorga no sea del agrado de todo el mundo. Además, suele ir acompañada de un aumento del peso y de la talla, porque la masa muscular pesa más que la grasa.
Como ya se ha explicado, hacer deporte en el gimnasio no tiene como consecuencia directa el crecimiento y la creación de nueva musculatura. Hay que realizar un tipo de entrenamiento muy específico. Por ello, hay que perderle el miedo a la hipertrofia.
Si tu objetivo es quemar grasa y, como mucho, definir la musculatura que ya tienes, existen alternativas muy sencillas y accesibles. Un gran ejemplo son los entrenamientos centrados en el cardio. Correr en la cinta, hacer spinning, elíptica, etc. son tipos de ejercicios que, principalmente, te ayudarán a quemar calorías sin hacer que tu masa muscular crezca.
En esa misma línea de acción, pero con mucha más efectividad, está el entrenamiento a intervalos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés). Se trata de una modalidad de fitness que necesita muy poco tiempo para funcionar a pleno rendimiento, y es que con unos 20 minutos de ejercicio es capaz de quemar más calorías que una hora de cardio normal. Novedades como esta y otras muchas hacen que ir al gimnasio sea una actividad totalmente personalizable. La evolución del fitness en los últimos años permite que, hoy en día, existan tipos de entrenamientos y ejercicios ideales para todos y cada uno de los objetivos que se estén persiguiendo.