Durante las semanas de la fase de gestación y embarazo, es fundamental que la mujer se nutra de forma adecuada, alcanzando todos los requerimientos que su cuerpo y aquellos que el feto necesita para su desarollo. Es por ello por lo que en este post hablaremos sobre la alimentación en el embarazo.
Cada trimestre del embarazo puede ser diferente, así como cada caso en concreto. Es por ello que, se recomienda consultar con un especialista antes de realizar cualquier modificación en la dieta o comenzar con la suplementación.
En el siguiente post, te contamos las recomendaciones generales y pautas a seguir:
Recomendaciones nutricionales durante el periodo de gestación:
Requerimientos energéticos:
La ingesta de calorías que la mujer debe realizar dependerá de diversos factores y cada caso en diferente. Se deben tener en cuenta factores como su estado nutricional, la actividad física que realiza y el neat, el peso inicial al comenzar el embarazo.
El aumento de las calorías que deben ser ingeridas, se calcula de forma aproximada para cubrir aquellas necesidades en la formación y mantenimiento del feto de forma óptima.
A partir del tercer mes, se recomienda aumentar progresivamente la ingesta calórica de la dieta en 50 kcal al día por cada mes de embarazo trascurrido. El máximo incremento recomendable es de 300 kcal al día aproximadamente al final del embarazo. Si la persona comenzó el periodo de gestación con un bajo peso, el superávit realizado puede ser mayor. Si por el contrario, la persona a comenzado con un peso corporal superior al recomendable, la cantidad de calorías a aumentar puede ser menor.
Otro factor debe tenerse en cuenta a la hora de calcular o determinar el gasto calórico es la actividad física llevada a cabo. Si la mujer se mantiene en completo reposo, la ingesta será menor en comparación con una mujer que lleve a cabo actividad física de forma moderada.
Hidratos de carbono:
Con el objetivo de alcanzar el superávit necesario, aumentar la cantidad de hidratos de carbono suele ser la forma más común con la que se aumenta la ingesta calórica. Durante el periodo de embarazo, se recomienda aumentar los niveles de fibra, especialmente de tipo insoluble. La fibra contribuye a evitar el estreñimiento, a mejorar el tránsito intestinal. Durante el embarazo, como resultado de la presión del feto sobre los órganos, la motilidad intestinal cambia.
Proteína:
La proteína es un macronutriente, que tiene como función principal la creación y mantenimiento de los diferentes tejidos. El consumo de proteína en niveles adecuados en fundamental debido al desarrollo de los tejidos tanto maternos como fetales.
Dependiendo de la ingesta habitual de proteína, se recomienda aumentar entre 0,5g y 1 gramos por kilogramo de peso corporal al día.
Grasas:
Se recomienda que se aumente el aporte en un 5% con respecto a la ingesta habitual, principalmente con ácidos grasos esenciales y ácidos grasos poliinsaturados.
Vitaminas y minerales:
Prescritos por un profesional, se suele suplementar durante el embarazo con hierro, ácido fólico y calcio. Sus requerimientos durante el embarazo son muy elevados debido a la formación de tejidos.
Los antojos:
Ocurren de forma muy común en la mayoría de las mujeres. Los antojos pueden describiré como una necesidad de ingerir un alimento de forma repetida. Suelen ser alimentos con una elevada densidad calórica, con gran cantidad de azúcar o grasas etc.
Por norma general, suele haber un problema con ellos, siempre y cuando no se desplace la ingesta de otros alimentos ricos en nutrientes, necesarios para el correcto desarrollo.
Ante cualquier duda, se recomienda consultar con un profesional médico.
El alcohol:
El consumo de bebidas alcohólicas debe eliminarse por completo desde el momento que se conozca el estado de embarazo. El consumo de alcohol durante el embarazo puede provocar efectos muy graves en el desarrollo del feto.
El síndrome alcohólico fetal, puede conllevar anomalías en diferentes partes del cuerpo, así como producir problemas cardiovasculares, una reducción de las capacidades físicas y mentales o incluso alterar el funcionamiento del sistema nervioso.